Existe mucho debate sobre hasta qué edad deben dormir los niños con sus padres, por lo que a continuación, te diremos qué dice la ciencia al respecto, ya que no es fácil esta separación.
Para los niños pequeños dejar de dormir en el dormitorio de sus padres es difícil, pero es algo que es muy necesario tanto para los niños como para papá y mamá.
El colecho es la práctica de que niños y padres compartan cama y este es un tema que genera intensas discusiones entre familias y especialistas.
¿Hasta qué edad los niños deben dormir con sus padres?
Mientras algunas culturas lo consideran normal hasta edades avanzadas, en otras se promueve la independencia temprana. La ciencia ha analizado este fenómeno desde múltiples perspectivas, considerando factores emocionales, de desarrollo y de seguridad. Los estudios más recientes sugieren que no existe una edad universalmente correcta, pero sí hay periodos clave donde el colecho puede ser beneficioso o contraproducente.
Los primeros meses: una cuestión de seguridad
La Academia Americana de Pediatría es clara: durante los primeros 6 meses de vida, el lugar más seguro para que duerma un bebé es en la misma habitación que los padres, pero en su propia superficie (cuna o moisés). El colecho en la misma cama aumenta significativamente el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), especialmente si los padres fuman, han consumido alcohol o están extremadamente cansados. Sin embargo, la cercanía facilita la lactancia y el vínculo emocional, siempre que se sigan estrictas medidas de seguridad.
De 1 a 3 años: el equilibrio entre apego e independencia
Entre el primer y tercer año, muchos niños experimentan ansiedad por separación nocturna. Estudios publicados en Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics indican que el colecho controlado en esta etapa puede reducir el estrés infantil y mejorar la calidad del sueño familiar. Sin embargo, los mismos estudios advierten que después de los 2 años, si el colecho es diario y no existen intentos de transición, puede dificultar el desarrollo de la autonomía. Expertos recomiendan comenzar a introducir noches alternas en su propia cama alrededor de los 18 meses.
Edad preescolar (3-5 años): señales para la transición
A los 3 años, el 30% de los niños aún duerme regularmente con sus padres, según datos de la National Sleep Foundation. La ciencia coincide en que este es el periodo crítico para establecer hábitos de sueño independiente. Investigaciones de la Universidad de Maryland revelan que niños que dejaron el colecho entre los 3-4 años mostraron mejor autorregulación emocional que aquellos que continuaron después de los 5. La clave está en hacer la transición gradual: primero compartir habitación, pero no cama, luego establecer rutinas reconfortantes antes de dormir solos.